Semestre 5. Universidad.
Pasaron
algunos días después de que Marco me explicara aquella situación con aquel
tipo. Tuve que adaptarme a ello
simplemente. No había mucho por hacer.
Volvimos a lo
normal. Bueno, “normal”…. Ya que, me he de suponer que Marco lo obligó a
disculparse después de aquello. Él simplemente llegó un día a la cafetería
donde trabajo, casi a rastras y parecía querer decirme algo. Al principio
hablaba en un tono muy bajo pero, a pesar de haber escuchado lo que decía,
preferí hacer que lo repitiera. “Lo siento”. Fue cómico torturarlo. Pero… al
final también ofrecí una disculpa. Fue por cortesía….
Días
siguientes, Marco aparecía de vez en cuando con Iván en la cafetería para pasar
el rato. Al principio me fue difícil ver la cara de aquel idiota ahí nada más, haciéndome
muecas cada que cruzábamos miradas. Es frustrante pero, me acostumbré (algo así…).
Creía que eso sería lo más frustrante pero, me equivoqué. Ya estaba
oficialmente en nuestra universidad… Y por alguna razón subnormal, he terminado
compartiendo clase con él. Ah….¿por qué carajos? Al menos tiene talento en algo
que no sea “profesionalismo en muecas y mal carácter”. Toca el piano y debo
admitir que no lo hace nada mal. Igual me parece un completo idiota tratando de
lucirse al final. Termina y de inmediato me mira con su expresión de “¿viste
eso?, soy mejor que tú”. Bastardo…. ¡Bastardo lucido!
Ver su cara
casi a diario se convertía en un fastidio pero, el tan solo pensar que estaba
viviendo con Marco me causaba aún más molestia. Mi frustración se había
aliviado por unos instantes cuando Marco me dijo que habían metido queja acerca
de que Iván estuviese viviendo en el dormitorio de Marco ya que es individual y
por ende, tenía que salir uno de los dos. “Ah….ya era hora de que ese pendejete
viviera solo, ¿no?” Pero….Marco….¿por qué?
M: No tendrá
su propio dormitorio…. Realmente estamos buscando otras opciones.
J: ¿Otras
opciones? –Le miré algo desconcertado, intentando evadir aquello que era obvio.
M: Nos vamos a
mudar fuera del campus.
J: ¡¿Fuera del
Campus?!
M: Sí, sólo que….tendríamos
que irnos lejos, casi del otro lado de la ciudad, porque los departamentos
cercanos son muy caros.
Justo en ese
momento pensaba que todo se ponía cada vez peor. ¡A la madre!, ¡¿qué carajos?!
Mis pensamientos se mezclaron por completo. Marco se…. ¿Se irá lejos? Y para
colmo, con aquel…..con Iván. Todo fue tan repentinamente absurdo y no podía
pensar con claridad. “Haz algo, idiota”, pensé por unos momentos. “Pero….¿qué?”
J: ¡¡Yo viviré
con ustedes!! (“¡Eso no, idiota!”).
M: ¿Qué?
J: Es decir….Yo
podría ayudarles a compartir los gastos… Así no tendrán que irse tan lejos. Mi
salario es bueno, me pagan bien en la cafetería (“¿Qué estás haciendo, Jack?”).
M: Pues… no es
mala idea.
Estoy seguro
de que mi rostro se encontraba levemente sonrojado. Había salido de golpe una
idea que ni siquiera pensé detenidamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario